De quien más aprendí como criador.
Me gustan los pastores alemanes de trabajo, los buenos claro está, y si son grises (pastor alemán antiguo se le llama al gris en Alemania, si no recuerdo mal) más me gustan. Antes de inventarse el internet, iba yo a comprarlos a Alemania. Así durante varios años. En una ocasión me traje once ejemplares, entre cachorros y adultos, no para vender sino para el criadero, en otro viaje nueve. Cuando no podía ir a Alemania los compraba por teléfono. Una veces me fue bien y otras no tan bien.
El criador profesional sabe que si no se invierte dinero en instalaciones, en perros, y en todo lo que hace viable actividad tan compleja y difícil.
En esos viajes me relacioné con muchos criadores, de todos los niveles económicos, culturales, etc. Eran, y siguen siendo, en su mayoría, trabajadores, gente sencilla, de pocos medios, pero que viven la afición con verdadera pasión, y saben de perros, sobre todo de su raza. Obviamente con los criadores que más me relacioné, y sigo relacionándome, es con los criadores de perros de trabajo puro y duro. Estos criadores son muy conscientes de lo importante que es la selección de sus perros. Para ellos las radiografías de caderas y codos no se pueden obviar bajo ningún concepto, ni los defectos morfológicos, ni la pobreza de estructura, ni la rusticidad, ni el temperamento. Estos criadores se conocen todas las líneas habidas y por haber.
Bien, de estos criadores aprendí mucho, lo fundamental, que es lo realmente importante. Yo no he inventado nada, porque todo está inventado. En gran medida lo que yo hago en el día a día en mi criadero lo aprendí de estos criadores, sin olvidar en ningún momento y bajo ningún concepto, claro está, las diferencias sustanciales existentes entre el Presa Canario y el Pastor Alemán.
Sin un método, sin un plan de cría perfectamente diseñado el fracaso está garantizado. Selección de los reproductores no es comprar un machito y una hembrita a un criador de prestigio y cuando tengan la edad adecuada aparearlos, etc., etc. No, eso no funciona así. Yo compro un machito y una hembrita de Pastor Alemán en Alemania, de distintas líneas y nada más llegar a mis caniles los observo, detenidamente, y procuro formarme una idea de cual podrá ser su evolución hasta que cumplan un año. Si en ese tiempo alguno no me convence lo desecho, me da lo mismo lo que esté escrito en su pedigrí, ni lo que me haya costado ni lo que me haya costado el animal y voy a por otro. Si de lo contrario ambos me parecen buenos entrarán en mi plan de cría, y a esperar el resultado. No sé si se me comprende. Y así generación tras generación.
Hay un error que el criador jamás debe cometer, y éste es mentirse a sí mismo.
Manuel Curtó Gracia
Tenerife, 26 de diciembre de 2014