La salud en el Perro de Presa Canario
El Presa Canario es un perro de trabajo. En realidad todas las razas, en su origen, han sido criadas y seleccionadas para cumplir funciones de caza, pastoreo, guarda, etc., y de compañía, obviamente, todos los perros lo han sido desde su domesticación. Los lobos domesticados cumplían ya la función de acompañar a los humanos con los que convivían. Para quien no lo sepa, de aquellos lobos domesticados descienden todas las razas caninas que conocemos hoy.
Para que se me entienda, cuando hablo de salud en el Perro de Presa Canario me refiero a la mental y a la física. Al perro tímido, inseguro, desequilibrado, agresivo, no podemos considerarlo sano. Y cuando hablo de funcionalidad me refiero a que caza, guarda, defiende su territorio, cuida al ganado. Todo dependiendo de la función para la que fue seleccionada la raza. Claro que en nuestros días la mayor parte de los canes viven en centros urbanos, en apartamentos, echados en su sofá viendo la televisión, recibiendo las visitas, y pocas, o ninguna oportunidad tienen de demostrar las funciones para la que fueron criados. Por su modo de vida, la mayoría de estos perros son excelentes relaciones públicas, que no está nada mal, porque los hay que por sus patologías mentales son un verdadero peligro social.
El criador, si es verdaderamente profesional, y ético, tiene muy en cuanta la selección de los ejemplares que va a destinar a la reproducción. Esto es primordial, básico. No es sencillo, cierto. La reproductora, lo mismo que el semental con el que se va a aparear, debe ostentar el máximo de cualidades. No se deben utilizar para la reproducción ejemplares con defectos morfológicos, con ausencia de premolares, con displasia de cadera o codos –desde hace un tiempo también radiografiamos los codos, además de las caderas-, de aquellos individuos caninos que vamos a utilizar para la cría. Y ojo con las cualidades psíquicas, como ya se dijo. Y aún con toda esa selección produciremos algunos perros que no se ajustan al estándar del que venimos hablando.
Luego todo depende de a qué manos vayan a parar esos cachorros.
Manuel Curtó Gracia
Tenerife, 12 de diciembre de 2014