Los pasados 27 y 28 del mes de octubre (1984) tuvo lugar en Santa Cruz de Tenerife la IV Exposición Nacional Canina en la que diversas razas compitieron por el CAC.
El día 27 se presentaron, fuera de concurso, los perros de presa canarios. El número total en catálogo fue de 19 ejemplares. Machos adultos leonados 4; hembras adultas leonadas 1; machos adultos atigrados 5 (bardinos diría un canario usando su terminología, también berdino (en Tenerife); hembras adultas atigradas 4; machos cachorros atigrados 2; hembras cachorras atigradas 1; machos cachorros leonados 2. Tan sólo 19 ejemplares, y todos de Tenerife, Ninguno de Gran Canaria.
¿Y cómo es posible eso?, se preguntaban algunos aficionados grancanarios que se desplazaron a Santa Cruz de Tenerife para presenciar dicho certamen. Pues así fue. Días antes de la exposición el CPPC, o sea, el presidente, el secretario y dos o tres personas más –el resto de los socios son meros comparsas– decidió hacer una preselección de perros de presa canarios con el fin de presentar en la IV Exposición Nacional de Tenerife un lote uniforme para así no hacer el ridículo de cara a Madrid. Claro que, en el momento de la selección sólo tuvieron en cuenta los ejemplares de cuatro señores, miembros ellos, por supuesto, del club –de honor, como me comentaba un antiguo criador de presas–. Del doctor Mario Montequi 7 perros, de Juan Cruz Rojas 4, de Juan E. Flores Jorge 3, de Silverio Mesa 2, de Juan J. Álvarez Pérez 1, de Luis Hernández Martín 1, y uno criado por quien escribe esta crónica, total suman 19 perros. Y los padres y las madres de estos ejemplares se repiten, como era de esperar.
Y la tipicidad… Eso es, dijeron que había que tener en cuenta la tipicidad. ¿Pero qué tipicidad, si lo que se está criando, cada cual por su lado, no es otra cosa que el producto de cruces con razas foráneas, cruces que en la mayor parte de los casos no se remontan más allá de la segunda generación?
Y el color. Según el CPPC la capa de los presas canarios debe ser uniforme: leonada y atigrada. ¿Y eso por qué, si los perros de presa en Canarias nunca se seleccionaron por el color sino por sus cualidades, por su funcionalidad? Los colores en los presas tradicionales fueron siempre muy diversos: Negros, blancos, bardinos completos, leonados completos, bardinos calzados de blanco, bardinos calzados y acollarados, y corbatos, leonados calzados de blanco, o acollarados sólo, también pardos, y cenizos. En lo que parece no haber discusión es en la longitud del pelo. Fueron en su mayoría, en el pasado, lisos, hoy en día todos.
Claro que los Bullmastiff son leonados o atigrados, y ésta es, parece ser, la razón de que estos señores, en comandita, constituidos en Club, digan: «El Perro de Presa Canario tiene que ser atigrado o leonado». Evidente, sus perros les salen atigrados y leonados, y, además, muy parecidos a los bullmastiffs.
A mí me parece que lo más fácil hubiera sido importar masivamente bullmastiffs de Inglaterra y haberlos presentado en Tenerife, sin cruzar siquiera (con las orejas cortadas) como perros de presa canarios. Y es muy probable que los jueces de la Canina Central Española no se hubieran dado cuenta del fraude, o lo pasarían por alto por aquello de que hay que contentar a la afición.
Y por fin la sonada: los perros de presa canarios se presentaron a exposición. Y el juez de la Central Canina Española, señor Álvaro de Linaje y de León, puesto al corriente por la directiva del club de la raza, disertó micrófono en mano, amplia y detalladamente, con un ejemplar joven delante de sí y a la vista de todo el público, acerca de cómo son, o deben ser, las características físicotipológicas de un buen ejemplar de Presa Canario. Y así, uno tras otro, fue enumerando cualidades y defectos de los diecinueve ejemplares que allí se presentaron. Claro que allí nada se habló de genética, de funcionalidad, de los cruces que se estaban llevando a cabo día tras día.
Y al término del espectáculo, el broche de oro, el espaldarazo que por lo visto necesitaba el citado club, ¿espaldarazo oficial? «Sigan por ese camino, han trabajado ustedes muy bien, enhorabuena, no desfallezcan, adelante», terminó diciendo el señor Linaje, que de linajes no habló.
Está claro que a esta IV Exposición de Tenerife no acudió el grueso de la afición al Perro de Presa Canario. Y lo que en ella se presentó era sólo una parte insignificante de lo que en Tenerife se cría, nada de lo que se cría en Gran Canaria, y por supuesto, exceptuando los señores que concurrieron a la exposición con sus perros, nadie se tomó en serio cuanto allí se dijo del tipo y colores de los presas canarios.
Publicado por el autor el 16 de noviembre de 1984 en El Día (Tenerife)